martes, 11 de diciembre de 2012

Recordando a Gerardo

Fragmento de lo escrito por Cristina Rivera Garza en el periódico Milenio, acerca de Gerardo Arana Villareal:


Muchas más páginas serán necesarias para acercarse apenas a este poema, acaso el esqueleto mismo de ese gran triste majestuoso rabiosamente contemporáneo libro que es Bulgaria Mexicalli.Pero antes de llenar todas esas otras páginas por venir, van éstas en forma de saludo o de bienvenida o de abrazo. Ignoraba al leer el libro (gracias a un #bibliotuit de @nosergio, cuya curaduría bibliográfica en internet recomiendo) que Gerardo Arana Villarreal había muerto. Ignoraba que era muralista y dj y que, en su haber, se cuentan algunas novelas inéditas. Ignoraba que, durante su funeral, @barbariana, una tuitera extraordinaria, leyó, entre otras tantas, las siguientes palabras:
“Dios bendiga a aquellos de quienes no podemos despedirnos nunca.
“Dios bendiga a quienes hoy lloramos, porque somos cortos en tu luz misteriosa y porque no entendemos la distancia que separa los átomos de la creación del universo, porque seguimos sin saber si éste es otro de tus pases mágicos y si estás a punto, gitano, de saltar de la chistera en tu disfraz de conejito.
“Nos dueles querido joven Werther. Nos pesa tu risa y tus ojos, tu inventiva y tus largas manos intentando abarcar el mundo. Nos penetra todavía tu voz cargada de caracoles y sombras; que nos explicó el pasado y la geografía de Bulgaria, la Revolución Mexicana, el romanticismo tardío, los trenes, Allen Ginsberg y el verano sueco.
“Ahora todos sabemos lo que se siente que nos crezca un nenúfar en el pecho.”

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