viernes, 14 de febrero de 2014

Lo que aprendí cuando se me cayó el café


  1. A veces, ni con toda la precaución, puedes evitar el dolor.
  2. Aprovecha las cosas mientras están en tus manos. Si pretendes mantenerlas en espera, cuidándolas de todo, hasta que llegue "el momento preciso", puede que las pierdas.
  3. Confía un poco más en tu instinto. Te sorprendería cuántas veces eso que estás pensando, sucederá.
  4. Por lo anterior, prepárate para lo que sea.
  5. De cualquier forma, si eso que traes entre manos es algo que quieres realmente, no lo sueltes, aunque de momento duela. Puede que logres conservar la mayor parte y ésta sea aún muy, pero muy disfrutable.