“It’s you, always you; the one who makes the leaves of
my soul move and crack as your love passes through.”
Sus
huellas marcan el follaje que cubre mi interior. Ella me recorre, me explora,
descubre dónde nacen las más exóticas flores, los frutos más dulces y jugosos.
Se interna en mis precipicios, haya los manantiales que me nutren y de ellos
bebe. Luego acampa en el valle de mi vientre, y por las noches mira conmigo las
estrellas. De mañana se alista para escalar mis cordilleras, de cuyas montañas conquista
cada cima con el roce de sus labios. Es ella, siempre ella, la que hace que
todo en mi geografía se mueva. Crea nuevos continentes, abre la tierra donde
correrán nuevos ríos, traslada mares, y da forma a las dunas de mi desierto.
Cartógrafa incansable -niña curiosa-, dibuja los mapas que me definen,
conquistando cada límite y frontera. Soy tierra nueva y fértil debajo de sus
pies, y sus manos me siembran soles. Es ella, siempre es ella, la que hace que
se muevan las hojas del árbol de mi alma con su amor que me traspasa. Ella,
siempre es ella, la que me recorre, la que me explora, la que da nombre a las
cosas, y se queda a vivir en mí.