No estabas en mis planes.
A esta hora de mi vida
había cosas más urgentes.
Este tramo
-me dije-
se camina a solas.
Pero llegas tú
mariposas revoloteando en tu cabello
tu risa rompiendo el tedio del silencio
aroma de bosques traes a tus espaldas.
No estabas en mis planes.
Sin embargo, llegas
te instalas
polizón impensado en largo viaje.
Y pregunto
¿Dónde estabas?
No llamaste a mi puerta
no pediste permiso.
Apareciste una noche
como respuesta ingeniosa a un ridículo aviso.
Y un viernes a las cinco y treinta
me abrazaste
anunciando que ya era demasiado tarde.
No estabas en mis planes.
Y resulta que hoy ocupas todo
que te cuelas en mínimos detalles
que es para ti mi lenguaje subversivo.
Entonces
me detengo en mi andanza
vuelvo a definir la ruta
considero desviaciones
trato de acortar kilómetros.
No sé dónde estabas
ahora te quiero en mis planes.
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